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Mostrando entradas de 2012

La devoradora

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L a cabeza del hombre que amó da vueltas en el interior de la lavadora , junto con todo aquello que más le gusta a ésta, braguitas y calcetines. Al amor lo devora el tiempo cantaba Chavela Vargas.  Pero ella tiene prisa.

Sara Rosenberg: escritoras imprescindibles y sus inevitables monstruos

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D el 24 al 28 de septiembre del 2012 tuve el placer de asistir al curso de lectura de Sara Rosenberg sobre "algunas escritoras imprescindibles". Cada día de aquella semana desde las 19.15 y hasta las 22.15, tras una larga jornada de trabajo, me sumergía en este rico bosque de voces diseñado por Sara y veía cómo me iba llenando de energías para enfrentar un nuevo día. Si bien la lectura es una actividad solitaria e íntima es hermoso ver cómo nuestro mundo íntimo se puede reflejar en el de otros, comenzando un dialogo con el resto de lectores y con Sara como guía, y así descubrir nuevos horizontes en un texto, en un autor. Literatura que revive. Ésta, creo, sea la esencia del curso, tanto de cómo ha sido creado como de la razón de por qué funciona, por qué para mí ha sido tan especial.  En palabras de Sara, este curso es fruto de años de experiencia, de lectura y relectura constante de estas autoras hasta decantar mundos comunes de ellas, ver cómo han tendido pue...

Nube torpe y añil

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Y o-Yo Ma toca la Cello Suite #5 In C Minor de Bach y me doy cuenta de que sin duda vuelo como un chelo, pesada, como arrastrando hojas de otoño arañando el suelo, como una gota de lluvia llora sobre la ventana, lentamente engordando su barriga, temblorosa, negándose a precipitar, como un nubarrón cargado de lluvia que vaga por el cielo, torpe y añil. Me aferro al embozo de la sábana y lo aprieto en un puño. Tú también me acompañas como una nube, a veces delicada seda que me acaricia como si yo fuera una luna sorprendida, a veces negra amenazando con borrarme violentamente, ¡qué me parta un rayo!, a veces algodonosa. Entonces, me sumerjo y me duermo en ti. Pero me despierto con el cabello húmedo y mi nariz silba como el llanto de un perro. En mi vagar en la noche he visto una manos lisas con unas uñas redondeadas como cantos de un arroyo, el verde pantano de tus ojos, el color cerveza del vello de tus antebrazos, una vena que corre en horizontal por tu...

Moka y el gato con espinacas

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M oka es una niña de cuatro años que vive en una casa de campo. A Moka le gustan muchas cosas, empezando por los gatos, las flores, las regaderas... pero hay algo que no soporta y es todo aquello gris, lo negro. Por eso Moka tiene mucho miedo a la noche, a la oscuridad, a todo aquello que se esconde en el color de las sombras. Sin embargo, las sombras, que lo saben, la visitan todas las noches…¡y algunos días también! Moka y el gato con espinacas es un cuento sobre el miedo a lo desconocido, a la noche. Pero también es un cuento sobre los deseos, los sueños. ¿Y los deseos, nuestros anhelos, no están revestidos de misterio?, ¿de verdad, deseamos lo que deseamos? ¿Comprendemos lo que conllevan nuestros deseos? Moka pronto aprenderá que los tesoros están casi siempre escondidos y que en aquello que a priori rechazamos, puede esperarnos la felicidad. ¡Moka, sólo hay una manera de averiguarlo, adentrándote en lo desconocido! Moka deambulará entre parajes y sensaciones de gra...

Déjame hablarte como la niebla

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M e dejaste sola. Sola. Como te pedí. Y te fuiste, a tu tierra verde y húmeda, donde te esperaba tu vieja bici y una lavadora fiel. Sin embargo, he de confesarte algo. Cuando la noche ya está agotada y empiezan a apagarse esas estrellas que tanto te gustaba admirar a cielo abierto en Namibia, desciendo hasta ti. Cada noche. Tu tierra es mi cómplice. No hay madrugada que sus campos no sean acariciados por una dulce bruma, que como una novia despabila a su amado, con finos dedos y un leve soplido. Albas de niebla, niebla. Niebla. Yo hago esto. Por la noche, como un gato, salto de mi cama. Llego a la puerta del dormitorio y, como todo gato, hago que la parte trasera de mi cuerpo se peine contra la jamba. Un golpecito final del rabo y abro el pasadizo. Y entro en tu cocina. Así de fácil, ¡todavía hay alguna estrella en el cielo! ¿Sabes lo que hago entonces? Me estiro formando un arco muy asimétrico, las patas delanteras bien lejos y los deditos separados. ¡El rabo cree tocar el tech...

El combate de Bernard-Marie Koltès

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¿E s posible unir un teatro con poética shakesperiana con otro con la fuerza y el tempo de la dramaturgia contemporánea? Sí, en la obras del autor francés Bernard-Marie Koltès (1948-1989) encontramos esta maravillosa mezcla. Prueba de ello son los títulos de sus obras, como por ejemplo "En la soledad de los campos de algodón", "De noche justo antes de los bosques" o la misma "Combate de negro y de perros", a la que dedicamos esta columna. Bernard-Marie Koltès escribe sobre tres temas principalmente: la soledad, el miedo y la alteridad, sobre el Otro; temas abstractos que sólo pueden ser enfrentados con una escritura como la de Koltès. Una escritura materialmente bella, que atrapa y embriaga. Sus textos están envueltos en un extraño halo mágico aunque, al mismo tiempo, están despojados de todo aquello que sea superfluo. En ese estado onírico pero desnudo es donde brota la fuerza brutal interior que tienen sus obras. De Koltès se ha llegado a decir que...