La historia de siempre de la ausencia de cielo


Te lamentabas de la ausencia de cielo,
pero me pregunto, ¿el cielo puede pedir una ventana al cielo?

No, yo creo que puede pedir que dé al mar
o pedir una luna para que enigmáticamente salte de un lado a otro,
entre velos, haciéndole cosquillas en el vientre
un sol que lata fuerte y le dé calor
o pedir un gato que juguetón deshilvane las madejas de las nubes

No, cielo, no puedes pedirlo.

Si quieres te traigo un espejo,
mientras decides si prefieres que yo sea mar, luna, sol o gato

Comentarios

Entradas populares de este blog

La mujer cerilla

La libertad de la imaginación en el actor frente a la voluntad consciente

Truman Capote, magistral camaleón